Con la llegada del calor, las altas temperaturas y la humedad se hacen cada vez más presentes. En este contexto, es necesario comer liviano y consumir la suficiente cantidad de agua para evitar los golpes de calor. ¡Seguí los consejos de esta nota para mantenerte hidratado!
- Acompañá tus comidas diarias con agua: no sólo es más sano sino que, además, es una manera de generar un buen hábito de consumo a lo largo de todo el día.
- No esperes a sentir sed para hidratarte: si sentís sed significa que tu organismo está deshidratado y necesita recuperar el líquido que ha perdido a través de la transpiración o la orina. ¡Podés evitarlo!
- Tomá por lo menos dos litros de agua por día: esto equivale a 8 vasos y en caso de que hagas alguna actividad física, tenés que incrementar el consumo. Te recomendamos hidratarte con medio litro de agua antes y después de la actividad, y durante la misma beber cada 10 o 15 minutos.
- Refrescate con agua fría: Las zonas más recomendables para hacerlo son las muñecas y la nuca ya que las venas y arterias que pasan por estos lugares están más cerca de la epidermis, por lo cual, es más rápido refrescar la sangre en circulación y por consiguiente obtener sensación de frescura en todo el cuerpo.
- Controlá la hidratación de los niños y adultos, ya que son más propensos a deshidratarse.
- Supervisá el color de tu orina: si está oscura, es una señal clara de que tenés que tomar una mayor cantidad de agua.
- Evitá las bebidas azucaradas.
Por un consumo responsable
Además de incrementar la temperatura, en verano también aumenta el consumo de agua. Por eso, es imprescindible que hagamos un uso racional del recurso priorizando su consumo para actividades básicas como la hidratación, higiene y alimentación.
De este modo, además de cuidar nuestra salud en épocas de calor con una buena hidratación, preservamos el agua para las próximas generaciones. Conocé por qué es esencial para la vida:
El agua nos une, el futuro también.