Control y análisis diarios, disposición permanente y cuidado del medio ambiente son algunas de las razones más importantes.
El agua de canilla, que llega a los hogares mediante la red de distribución, tiene propiedades particulares que la ubican como la mejor opción. Además, si la comparamos con otras alternativas, también suma beneficios en lo que refiere al ahorro, a la seguridad y al cuidado de recursos.
Te contamos cuáles son las ventajas:
- En cuestión de horas, llega a los hogares. Desde las plantas potabilizadoras hasta nuestra casa, el agua realiza un circuito muy rápido, lo que nos garantiza su seguridad y calidad, a diferencia del agua comercial, que permanece días o semanas envasada.
- Recibe rigurosos análisis de calidad. Para establecer su potabilidad, se consideran parámetros físicos, químicos, bacteriológicos y biológicos que se analizan tanto en el agua cruda como durante el tratamiento de potabilización y en su distribución por la red. Para analizar el agua que sale de las plantas potabilizadoras y consumen a diario los cordobeses, Aguas Cordobesas lleva a cabo un plan de muestreo según el cual se realizan más de cuatro mil análisis mensuales de acuerdo con más de 80 parámetros.
- No produce residuos contaminantes. El agua llega a través de una red ya instalada directamente en nuestro hogar y desde la canilla. Esto significa que no requiere la producción de envases plásticos contaminantes. La mayor parte de las aguas envasadas son embotelladas en envases PET (tereftalato de polietileno). Para producir una botella de un litro, se necesitan 162 gramos de petróleo y cuatro litros de agua, lo que crea más de 100 gramos de CO2 por cada botella vacía, que, además, demora 700 años en descomponerse.
- La pueden beber todos en casa. El agua potable es el producto alimenticio más controlado del mercado mediante las normas locales e internacionales que regulan los estándares de calidad del agua para consumo humano. Por eso, puede ser utilizada con seguridad para preparar mamaderas y otros alimentos para los bebés.
- Es económica y de fácil acceso. Disponemos de ella con sólo abrir la canilla, y no necesitamos filtrarla ni realizar ningún tratamiento adicional.
- Desinfección con efecto residual. A diferencia de las aguas envasadas, el agua potable contiene cloro, que es el producto necesario para asegurar las óptimas condiciones de potabilidad y para anular por completo los riesgos de actividad bacteriológica.